logo
face twitter instagram blog

NOTICIA

CARLOS PEÑA HA SIDO EL PRIMER HOMBRE EN ATRAVESAR
EL LAGO TITICACA NADANDO POR SU VERTIENTE MÁS LARGA

Noticia del 05/11/1995 - DIARIO DE NOTICIAS

El primer hombre en atravesar el lago Titicaca por su vertiente más larga

"Ya se lo comenté a los compañeros bolivianos que difícilmente podremos superar esta travesía, para mí ha sido el súmmum”, asegura Carlos Peña que acaba de regresar de culminar la hazaña más importante que ha realizado, al ser el primer hombre que ha atravesado a nado, a estilo "espalda" el lago Titicaca en su vertiente más larga de 180 kilómetros, de Puno (Perú) hasta Puerto Pérez (Bolivia) y con una altitud de más de 3.812 metros.

Este guipuzcoano, afincado en Lodosa y acompañado en la expedición por los navarros Joki Orce (coordinador) y Jesús Remírez (masajista), ha invertido en la travesía 70 horas en 14 etapas, que finalizaron el pasado 27 de octubre, con un promedio de cinco horas diarias en el agua a una temperatura de 10. “Estoy muy satisfecho porque se ha roto el mito del Titicaca, ya que mucha gente ha muerto en ese lago, por su peligrosidad y se considera sagrado. Nadie había conseguido atravesarlo así. Antes de empezar ya nos dijeron que era imposible recorrer esa distancia nadando por las dificultades del lago, que nos la quitáramos de la cabeza y nos aconsejaron que lo intentáramos a lo ancho, más concretamente el estrecho de Tikina que sólo tiene 3 kilómetros. Pero, a pesar de las dificultades, lo conseguimos”, comenta el nadador.

RECORD Y RIESGOS

Es todo un récord, Carlos Peña tiene intención de presentar toda la documentación necesaria al libro en el Guinness de los records, todo la travesía lo recorrió en la modalidad de espaldas. Nado con este peculiar estilo desde que comencé a nadar en 1989. Es una postura cómoda, pero también tiene sus desventajas porque es muy fácil quemarse la cara, pierdes la orientación, es uno de los estilo más lentos, y cuando hay oleaje, tragas mucha agua. Mi objetivo era conseguirlo y ahí está, ” comenta Carlos", cuyos labios todavía quemados y partidos denotan parte de todas las dificultades a las que la expedición ha tenido que hacer frente.

Si bien estaban avisados de las dificultades del Lago, que se embravece mucho conforme pasa el día, tuvieron la suerte de que la climatología no les impidió salir en ninguna jornada, aunque para ello tuvieran que levantarse a las 5 de la mañana y saltar al gua para las 8. Según Carlos, “luego se forma mucho viento y las olas eras grandes y con mucha violencia, te impiden avanzar con normalidad”. Además el traje de neopreno le causó heridas muy importantes durante las nueve primeras etapas, y según confiesa, lo pasaba muy mal cuando tenía que ponérselo de nuevo, ya que se infectaron las heridas. Hasta que mejoro poco a poco con un secante, cicatrizante que nos facilitó el médico militar de la Fuerza Naval de Bolivia.

CONOCER OTRA CULTURA

Para aprovechar el día, Carlos comía en el agua, mientras su acompañantes lo hacían en la embarcación y por la noche dormían donde podían. “Sólo las dos últimas noches dormimos en hotel, ya que los demás días lo hicimos en casas de campesinos o escuelas, nos acogían muy bien. Lo único que pedí fue no dormir en la embarcación, porque ahí no descanso nada”, explica este guipuzcoano que ha regresado, como sus compañeros, muy satisfecho. Además de conseguir un hito, han podido acercarse a la cultura Aimara, por donde ha discurrido la travesía y desean una próxima aventura por Sudamérica.

EL RETO DE LAS TRAVESIAS

Todos los preparativos comenzaron hace un años cuando se pusieron en contacto con la Embajada de Bolivia en España. Después, todo ha consistido en atar los cabos sueltos y organizar la tan esperada aventura. Una vez allí, los integrantes de la expedición han contado con el apoyo incondicional de la Secretaría Nacional de Turismo Boliviana, la Armada de Guerra Peruana y la Fuerza Naval Boliviana, estos dos últimos organismos aportaron además las embarcaciones que acompañaban a Carlos.

Por si fuera poco, la gente se ha volcado con ellos en todo momento, “a pesar de estar incomunicados en muchas de las jornadas, nos han apoyado, recibido y animado en todos los lugares de forma asombrosa”, comenta este guipuzcoano , de 30 años, para el que las travesía a sido todo un reto.


Dejó el atletismo por una grave lesión y pasó de la noche a la mañana a nadar grandes distancias al estilo espalda. Comenzó en el 89, y en su primera travesía nado el río Ebro, 200 kms entre Logroño y Zaragoza en seis días, en 1990 el río Miño en su totalidad, 340 kilómetros en 14 días, en 1991 los ríos Sil y el Miño, 400 kms en 17 días, en 1993 el famoso lago Ness, 39 kms en dos días, en 1994, el Estrecho de Gibraltar en 7 horas y 08 minutos. En Enero del 95, nado en plena guerra de los Balcanes en Bosnia - Herzegovina una travesía de 60 kms en dos días, con escolta de los cascos azules españoles. En Junio, nado 48 horas a relevos de dos nadadores, en el río Ebro a su paso por Lodosa (Navarra).

<< volver

© Copyright 2010 Carlos Peña | Inicio | Contacto | Mapa del Sitio |